viernes, 10 de mayo de 2013

No ames. Sé feliz.

Entregar tu corazón. ¿Para qué? ¿Para dárselo a quien no se lo merece y se lo quede? ¿Para romper el único corazón que tienes? Para eso, me amo yo a mí mismo, sin necesidad de nadie más. No es necesario amar a alguien para ser feliz, la felicidad se basa en otras cosas. En otras muchas. El amor solo es una alternativa no obligatoria. Obligatorio es amarte a ti mismo. Obligatorio es tener salud para ser feliz. Obligatorio es tener autoestima. Obligatorio es saber vivir.

Dicen que los tres pilares de la felicidad son el dinero, el amor y la salud. También dicen que teniendo los dos primeros, el tercero viene de camino. Pero no es del todo así. Para tener salud tienes que ser feliz. Para ser feliz no es necesario querer ni amar ni odiar a nadie. Para ser feliz, tienes que estar a gusto contigo mismo, y para estar a gusto contigo mismo, tienes que tener dinero y amor propio, no externo.

No digo que el amor no sea necesario, digo que es estúpido, inservible y totalmente capaz de poder ser despreciado. Se puede, aunque no lo parezca, no necesitar. Un clavo saca otro clavo. Lo que sí es necesario es el dinero. Es, triste, pero cierto. Demasiado cierto. Nadie se muere por nadie, sino, yo ya habría muerto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario